Cuando se viene el calorcito, es hora de guardar esas mantas de lana más abrigadas.
Antes, te recomendamos airearlas a la sombra o lavarlas a mano o en seco.
Haz un rollito y ponlas en una funda de algodón con lavanda o romero para protegerlas de las polillas.
Para lavar tu prenda de lana elige un día con viento y no muy húmedo.
1-Utiliza agua a temperatura ambiente y jabón neutro.
2- Sumerge la prenda y déjala unos minutos para que absorba el agua.
3- Remueve la prenda y cepilla suavemente las zonas con roce.
4- Enjuaga con agua limpia.
5- Extiende la prenda sobre una toalla y presiona para quitar el exceso de agua.
6- Extiéndela a la sombra donde corra aire.